30 noviembre 2005

CEPAL: 213 millones de pobres en América Latina

Un informe reciente de una agencia de las Naciones Unidas
dice que entre los años 2003 y 2005 la pobreza en América Latina bajó en
13 millones de personas, pero que la tasa de pobreza sigue siendo elevada.

El informe, publicado el 25 de noviembre por la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL), organismo que pertenece a la ONU, dice
que la mejora en la situación económica, las remesas de dinero enviadas
por los emigrantes que trabajan en el extranjero y el mayor gasto social
han ayudado en conjunto a revertir la creciente tendencia a la pobreza que
prevaleció en América Latina durante la década de 1990.

Sin embargo, hay 213 millones de personas en América Latina (40,6 por
ciento de la población) que todavía están en la pobreza, dice el
documento.

Los pronósticos para el año 2005 muestran que la región está a poco más de
medio camino en cumplir la primera de las ocho Metas del Desarrollo del
Milenio de Naciones Unidas, que propone un recorte del 50 por ciento, para
el año 2015, de los niveles extremos de pobreza registrados en la década
de 1990. La CEPAL dijo que esta tendencia son "noticias alentadoras",
aunque advierte que la región está algo retrasada en el cumplimiento de
las metas de Naciones Unidas.

El informe de la CEPAL, denominado Panorama Social en América Latina 2005,
examina la situación social en cada país de la región, destacando las
necesidades básicas que experimenta la población en materia de vivienda,
acceso al agua potable, tratamiento de aguas servidas y educación
primaria.

El documento afirma que la deficiencia más común en la región es la
vivienda. Más del 30 por ciento de la población en nueve de 14 países
vivía en condiciones de abigarramiento, con tres o más personas por pieza.
Un porcentaje similar carece de toda conexión al agua potable (o a un
sistema sanitario en las áreas rurales), en 13 de los 17 países examinados
por el informe.

Remesas

En cuanto a las remesas, la CEPAL señala que la transferencia de fondos
desde el extranjero hizo posible que 2,5 millones de latinoamericanos
eludieran la pobreza. Se estima que las remesas tienen una mayor
influencia en el nivel y la distribución de los ingresos de las familias
recipientes, al permitirles a muchos salir de la pobreza y mejorar su
situación en comparación con otras que no reciben remesas.

El flujo de remesas a América Latina y el Caribe durante 2004 llegó a un
estimado de 45.000 millones de dólares, casi la misma cantidad de la
inversión extranjera directa y más que la ayuda oficial para el
desarrollo.

En varios países las remesas llegaron a casi el 10 por ciento del producto
interno bruto, lo que sugiere una enorme dependencia de esas
transferencias de dinero para impulsar el crecimiento económico, afirma el
documento. Los porcentajes más elevados de remesas que llegan desde el
extranjero se registran en Haití (29 por ciento), Nicaragua (18 por
ciento), Guyana y Jamaica (17 por ciento) y El Salvador (16 por ciento).

En general las remesas desde el extranjero constituyen una importante
fuente de ingresos para los hogares de bajos ingresos, dice el informe. En
nueve de los once países analizados la mitad de la gente que recibe
remesas estaría en condiciones de pobreza sin ese apoyo.

Los expertos en el campo de las remeses consideran que un problema
importante que enfrentan los emigrantes para enviar dinero a su casa es
que con frecuencia pagan elevados costos por transferir los fondos.

El Banco Interamericano de Desarrollo dice que los emigrantes de América
Latina y el Caribe, que trabajan en Estados Unidos, y en otros lugares del
extranjero, enviarán a sus países un estimado de 50.000 millones de
dólares en el año 2005.

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