04 noviembre 2005

Crece descontento contra Bush en EEUU y América Latina

Aumenta presión para una investigación del Congreso sobre motivos que el mandatario usó para justificar invasión a Irak

El presidente Bush fue recibido el viernes en Argentina con una gigantesca manifestación contra sus políticas en América Latina y sobre la guerra en Irak, mientras en Estados Unidos crece el descontento contra el mandatario y se hacen llamados para su enjuiciamiento político y destitución.
Bush se encuentra en ese país sudamericano para asistir a la Cumbre de las Américas, que se realiza en el balneario de Mar del Plata.
Una encuesta realizada por la empresa Zogby Internacional indica que un 53% de los 1,200 adultos estadounidenses consultados están de acuerdo con una investigación y juicio político contra Bush, que podría terminar con su destitución si se descubre que el mandatario no dijo la verdad cuando informó al Congreso sobre sus motivos para invadir Irak.
La encuesta fue encargada por una coalición de base popular conocida como AfterDowningStreet.org, que propone una investigación del Congreso sobre la decisión de Bush de invadir Irak en marzo del 2003.
Otro sondeo, a cargo del diario Washington Post y la cadena de TV ABC, revela que el 58% de los ciudadanos entrevistados tiene dudas sobre la honestidad del presidente. En esta encuesta, la popularidad de Bush se ha reucido a un 39%, el nivel más bajo desde que asumió la presidencia.
La misma encuesta, publicada el jueves, muestra que el 55% de los consultados piensa que el mandatario “engañó intencionalmente al público estadounidense” al fundamentar su decisión de atacar a Irak. Además, el 60% de los encuestados cree que ir a la guerra no valió la pena.
Más de 2,000 soldados estadounidenses han perdido la vida en la guerra de Irak, un conflicto que ha costado a los contribuyentes de este país cerca de 200,000 millones de dólares.
La senadora Dianne Feinstein, demócrata de California, y los senadores John D. Rockefeller, demócrata de West Virginia y presidente del Comité de Inteligencia del Senado, y Carl Levin, demócrata de Michigan y también miembro de dicho comité, urgieron al panel a completar la llamada Fase 2 de la investigación sobre el posible uso engañoso de informes de inteligencia para fundamentar la decisión de lanzar la guerra contra Irak.
Los tres senadores demócratas enviaron también una carta al líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, demócrata de Nevada, en la que documentan la falta de progreso en la investigación y lo instan a cumplir su compromiso de completarla.
“Creemos que sólo produciendo con prontitud un exhaustivo y completo reporte cumplirá el Comité (de Inteligencia) la promesa que hizo al pueblo estadounidense y ayudará a responder las perturbadoras interrogantes que rodean el uso de inteligencia en los meses que precedieron a la decisión de nuestra nación de ir a la guerra”, dice la carta de los senadores demócratas. “Estados Unidos necesita saber si las declaraciones de los responsables de esas políticas, que se hicieron antes de la guerra, estaban substanciadas por (informes de) inteligencia”.
Los puntos de la investigación encargada al Comité de Inteligencia, que fueron aprobados por todos los miembros del comité, son los siguientes:
  1. Si las declaraciones públicas anteriores a la guerra estuvieron substanciadas por información de inteligencia;

  2. Los hallazgos posteriores al inicio de la guerra acerca del programa de armas de destrucción masiva de Irak y los vínculos de ese país con el terrorismo;

  3. Las evaluaciones hechas con anterioridad al inicio de la guerra acerca de los retos que enfrentaban nuestros militares en un Irak después de la guerra;

  4. Qué papel tuvieron las actividades de inteligencia de la Oficina de Política del Secretario de Defensa antes de la guerra, y

  5. El uso de información de inteligencia provista por el Congreso Nacional Iraquí.

La carta agrega que “no podemos ignorar revelaciones recientes que la Administración (Bush) puede haber ocultado intencionalmente al Comité documentos críticos durante la Fase 1 de la investigación”.
Los senadores se refieren específicamente a información contenida en el reporte Silberman-Robb sobre Armas de Destrucción Masiva, en el que se subrayaba el hecho de que reveladores documentos relacionados con una fuente de inteligencia llamada “Curveball” no fueron entregados al Comité de Inteligencia del Senado durante la investigación.
La semana pasada, un artículo de la revista National Journal reportó que el vicepresidente Dick Cheney y su jefe de personal Lewis “Scooter” Libby pasaron hicieron caso omiso de los abogados de la Casa Blanca y decidieron no entregar los documentos al Comité.

Existe un sentimiento creciente de frustración entre los estadounidenses por la guerra de Irak y cada vez hay menos personas que creen que la invasión a ese país fue justificada.
Lo que demuestran las últimas encuestas y la declaraciones de los legisladores como la senadora Feinstein es que se está fortaleciendo el movimiento de los que exigen descubrir la verdad sobre los verdaderos motivos que impulsaron a Bush para lanzar al país y al mundo a la guerra.


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