24 agosto 2005

Llamado a asesinato de Chávez recuerda intentos anteriores de EEUU

Un interesante artículo del Washington Post, “Cambio de Régimen mediante Asesinato”, examina varios de los casos en que Estados Unidos ha tratado de derrocar violentamente a mandatarios considerados “izquierdistas” u “hostiles a los intereses estadounidenses” en varios países del planeta.
De hecho, la invasión a Irak se inició, en el 2003, con un intento de asesinar a Saddam Hussein con un bombardeo “de precisión” al lugar en que se suponía que estaba, de acuerdo a los servicios de inteligencia estadounidenses.
El atentado contra la vida de Hussein fracasó porque el presidente iraquí no se encontraba en el lugar en que suponía que estaría. Pocos días más tarde, se inició la guerra que dura ya dos años y medio.
El artículo de Lynne Duke, escrito a propósito del llamado de Pat Robertson a asesinar al presidente venezolano Hugo Chávez, repasa algunos de los derrocamientos de mandatarios latinoamericanos propiciados por Estados Unidos.
La nota recuerda que ha habido ocho intentos estadounidenses de matar a Fidel Castro, incluyendo cigarros envenenados, una concha marina explosiva, un traje de buceo contaminado con hongos mortales y varios atentados con bombas, rifles y otras armas, utilizando a exiliados cubanos anti-castristas.
La periodista del Washington Post señala que, de acuerdo a las investigaciones de un comité especial del Senado, hacia mediados de los años 70, Estados Unidos ayudó o complotó para el derrocamiento de por lo menos cinco gobiernos extranjeros: Congo, República Dominicana, Vietnam del Sur, Cuba y Chile. El comité especial llevaba el nombre del senador que lo presidía, Frank Church, demócrata de Idaho.
En Chile, la CIA respaldó un complot para impedir que el socialista Salvador Allende asumiera la presidencia del país después de haber ganado las elecciones de septiembre de 1970. El complot consistía en secuestrar al general René Schneider, comandante en jefe del Ejército, para facilitar o desatar un golpe de estado.
El general Schneider no fue secuestrado sino asesinado, lo que provocó un reacción de indignación nacional y el Congreso chileno confirmó a Allende como presidente. Tres años más tarde, Allende fue derrocado por un golpe militar respaldado por Estados Unidos, durante el gobierno de Nixon.
En 1986, aviones militares de Estados Unidos bombardearon blancos específicos en Libia donde se creía estaba el mandatario Omar Kadaffi, acusado por el gobierno norteamericano de propiciar el terrorismo internacional.
En la década de los 90, el presidente Bill Clinton autorizó a la CIA a capturar vivo o muerto a Osama bin Laden, quien hasta el día de hoy no ha sido encontrado.
En 1989, tropas estadounidenses invadieron Panamá y derrocaron al general Manuel Noriega, al que el gobierno estadounidense del presidente Gorge Bush padre, acusaba de narcotráfico. Noriega fue capturado tras refugiarse en la sede de la embajada del Vaticano en Panamá.





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