10 mayo 2004

Jóvenes sin futuro y el futuro de California

Por Jaime E. Olivares

Una creciente oleada de niños y adolescentes latinos en California, que se nutre de altos índices de natalidad e inmigración, se está estrellando contra los arrecifes de la pobreza, la falta de educación y la carencia de acceso a servicios de salud.
En el estado más rico del país, que necesita con urgencia jóvenes preparados para mantener y mejorar su nivel de quinta potencia económica mundial, la generación natural de relevo está siendo no sólo descuidada sino también atacada y desperdiciada.
De los casi 10 millones de menores de 18 años que residen en California, alrededor de 4.5 millones son latinos, y la proporción va aumentando a medida que la población anglosajona -y de otros grupos étnicos- envejece y se reduce su tasa de nacimientos.
Este segmento de jóvenes latinos es el llamado a formar la primera mayoría no anglosajona en 150 años en California, desde más o menos la época en que el estado pasó a manos de Estados Unidos tras el Tratado de Cahuenga, en 1847, cuando México se vio obligado a ceder el territorio.
Sin embargo, pese a que los menores latinos de hoy convertirán a esta comunidad étnica en la mayoría de la población adulta del estado en los próximos diez años, el poder político y económico seguirá estando en manos de los estadounidenses de origen europeo, o “blancos”.
Esto plantea una situación crítica, que puede transformarse en algo similar a la del tristemente famoso apartheid, en Sudáfrica, donde una minoría blanca controlaba y reprimía brutalmente a la mayoría negra, negándole acceso a los centros de decisión financiera y gubernamental.
De acuerdo a cifras de NALEO, alrededor del 16% de los electores registrados en California son latinos, aunque más del 33% de la población en edad de votar del estado (mayores de 18 años), pertenece a este grupo étnico. Además, los votantes latinos exhiben, desgraciadamente, un bajo nivel de participación electoral.
Esa abismante brecha permite que la minoría blanca (49% de la población, 80+% de los votantes) siga dominando y tomando decisiones que muchas veces van en contra de los intereses de los latinos y otras minorías.
Muchos de los casi 4.5 millones de menores latinos que viven hoy en California se convertirán en electores en los próximos años. Pero también habrá una proporción significativa que no podrá registrarse para votar debido a que no son ciudadanos estadounidenses. Es urgente y necesario que se aprueben leyes para ayudarlos a obtener la ciudadanía e incorporarlos al proceso democrático.
Es cierto que se han logrado avances gracias a organizaciones que han luchado duramente por los derechos políticos, como SVRI, NALEO, MALDEF, LULAC. Por ejemplo, el número de legisladores estatales latinos aumentó de 14, en 1996, a 27 en el 2003. Pero no ha sido suficiente. Incluso esa cifra es apenas casi la mitad de lo que debería ser.
En el aspecto socioeconómico, la participación latina, aunque ha mejorado respecto a la década anterior, sigue siendo desproporcionadamente inferior.
Menos del 1% de los profesionales como médicos, ingenieros, abogados y arquitectos de California son latinos, según cifras del Censo 2000. Una proporción exigua y similar se da en los puestos gerenciales de las empresas y bancos californianos.
¿Cuál es la causa? Básicamente la falta de acceso a la educación superior y las altas tasas de deserción escolar en nuestra comunidad.
Los recortes a los presupuestos de las universidades públicas y colegios comunitarios, así como los aumentos de las tarifas de las matrículas, están haciendo estragos entre los estudiantes de minorías que buscan adquirir los conocimientos y grados que les permitan incorporarse a la corriente principal de esta sociedad en lugar de quedar marginados como sus padres.
Las escuelas primarias y secundarias, apegadas a esquemas rígidos y obsoletos de enseñanza que ignoran la nueva demografía del estado, han fracasado en motivar a los estudiantes y proveerles los conocimientos que necesitan para ingresar a la educación superior, incluyendo el dominio del inglés. El resultado es patente: sólo el 27.4% de los estudiantes latinos reunían los requisitos para ser aceptados en las universidades públicas entre 1998 y 2001 (Children Now), comparado con el 43.6% de los blancos y el 64.4% de los asiáticos.
Con una situación como esta, California se verá obligada en un futuro muy próximo a importar los profesionales que necesita para mantener su industria, comercio y avanzada tecnología a un nivel competitivo.
La mayoría latina no estará preparada para asumir el papel de liderazgo político y económico que le corresponde, quizás porque a los que actualmente controlan el poder no les interesa ni les conviene.

Comentarios a: jaime@sierranet.us

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es verdad. Miles y miles de ninos estan abandonando la escuela porque no les ensenan como debe ser.