08 marzo 2006

Estados Unidos publica informe anual sobre Derechos Humanos


El Departamento de Estado publicó su informe anual sobre derechos humanos en el mundo, pero omite toda referencia a los abusos contra prisioneros de guerra que Estados Unidos mantiene en el controversial centro de detención de Guantánamo.
El informe tampoco toca el tema del maltrato y la negación de derechos a miles de inmigrantes que permanecen por meses o años en cárceles del gobierno sin que se les envíe ante un juez, se les libere o se les deporte.
El siguiente es el texto del anuncio del Departamento de Estado:


Washington -- Los países en los que el poder está concentrado en manos de
gobernantes a los que no se les puede responsabilizar por sus actos
figuran entre los más citados por tener los peores antecedentes en materia
de derechos humanos en el Informe Anual por Países sobre Prácticas de
Derechos Humanos preparado por el Departamento de Estado y publicado el
ocho de marzo.

Esos regímenes, que incluyen a los de la República Democrática Popular de
Corea del Norte (RDPC), Birmania, Irán, Zimbabwe, Cuba, China y Belarús,
restringen gravemente los derechos humanos consagrados en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, entre ellos la libertad de expresión,
de asamblea, de asociación, de religión y de movimiento, dice el
Departamento de Estado en la introducción del informe.

Los informes de 2005 analizan la situación de los derechos humanos en 196
países, y tienen el objetivo de evaluar las condiciones de los derechos
humanos en el mundo. La introducción dice que los informes demuestran que
Estados Unidos está comprometido "a trabajar con otras democracias y con
hombres y mujeres de buena voluntad de todo el mundo para alcanzar una
histórica meta de largo plazo: el fin de la tiranía en nuestro mundo".

La introducción resume la mejora de los derechos humanos en los Balcanes,
Colombia y la región de los Grandes Lagos en África central, que incluye a
la República Democrática del Congo, Ruanda, Burundi y Uganda.

En 2005, Iraq, Afganistán, Ucrania, Indonesia, Líbano y Liberia hicieron
importantes progresos hacia la democracia, los derechos democráticos y la
libertad. Sin embargo, una cantidad preocupante de países del mundo
aprobaron o aplicaron leyes contra los medios de prensa y las
organizaciones no gubernamentales, entre ellos Camboya, China, Zimbabwe,
Venezuela y Belarús.

En la introducción se indica que aunque en los países democráticos ocurren
violaciones de los derechos humanos y errores judiciales, "los países con
sistemas democráticos ofrecen muchas más protecciones contra las
violaciones de los derechos humanos que los estados no democráticos" Es
más, los derechos humanos y la democracia están estrechamente vinculados,
y ambos son esenciales para la estabilidad y la seguridad a largo plazo.

El propósito de los informes no es solamente destacar los logros y
violaciones en materia de derechos humanos, sino que también resaltar las
tareas y el potencial de una mayor cooperación en el impulso de las
aspiraciones de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

En el prefacio del informe, la secretaria de Estado Condoleezza Rice dice
que la promoción de los derechos humanos y la democracia es un fenómeno
mundial, y que existe debate mundial cada vez mayor sobre la democracia y
los valores universales protegidos por un gobierno democrático.

"La creciente demanda de gobernabilidad democrática refleja el
reconocimiento de que el mejor garante de los derechos humanos es una
democracia floreciente, con instituciones de gobierno representativas y
que rindan cuentas, igualdad de derechos ante la ley, una sociedad civil
robusta, pluralismo político y medios de prensa independientes", dice
Rice.

Estados Unidos, dice la secretaria, junto con otras naciones libres
"tienen el deber de defender los derechos humanos y ayudar a ampliar las
bendiciones de la democracia. Debemos ayudar a los países a desarrollar
instituciones democráticas que garanticen que los derechos humanos se
respeten a largo plazo".

"Debemos ayudar a las democracias frágiles a proveer una vida mejor para
sus ciudadanos. Tenemos que pedir cuentas a los países, cuando se retraen
de sus compromisos internacionales de derechos humanos. Y siempre tenemos
que estar en solidaridad con los valientes hombres y mujeres de todo el
mundo que viven bajo el temor pero sueñan con la libertad", agrega.

"La defensa y promoción de los derechos humanos y los principios
democráticos concuerda con los valores más apreciados de nuestro país y
establece los cimientos para una paz mundial duradera", concluye Rice.

El texto completo, en inglés, del Informe Anual por Países sobre Prácticas
de Derechos Humanos 2005, está disponible en el sitio electrónico del
Departamento de Estado.

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