02 mayo 2008

Bachelet y Morales entre los cien más influyentes del mundo

Lista anual de revista Time incluye a seis latinoamericanos

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, y su colega boliviano, Evo Morales, son los dos únicos políticos latinoamericanos que están incluidos en la versión 2008 de lista de las 100 personas más influyentes del mundo, que publica anualmente la revista Time desde hace cinco años.

Otros cuatro latinos aparecen en la lista de Time: la golfista mexicana Lorena Ochoa, el futbolista brasileño Kaká, multimillonario mexicano Carlos Slim y la bloguera cubana Yoani Sánchez, quien ganara hace poco el premio Ortega y Gasset de periodismo 2008.

La presentación de Bachelet, que ocupa el puesto 15 en la lista, está a cargo de la senadora Hillary Clinton, actual candidata a la nominación demócrata para la presidencia de Estados Unidos. Clinton considera a Bachelet como un ejemplo y una inspiración para ella y para todas las mujeres del mundo que buscan destacarse en papeles de liderazgo.

Este es el texto completo, en español, de la presentación de Bachelet:

Michelle Bachelet
Por Hillary Clinton

Cuando escuché que Michelle Bachelet -una doctora que dedicó su vida a ayudar al pueblo de Chile, una hija que perdió a su padre en el violento régimen de Augusto Pinochet y una líder que experimentó personalmente la brutalidad de la dictadura, pero nunca perdió la esperanza en la gente de su nación o la en la promesa de la democracia- era candidata a la Presidencia de Chile, estuve encantada.

Ella era una mujer que había superado tanto por si sola, elevándose hasta convertirse en ministra de Salud y luego de Defensa -la primera mujer en América Latina en llegar a ese puesto-. Y recuerdo que pensé qué maravilloso sería para una mujer romper aún más barreras- y ayudar también a su país a atravesarlas.

Cuando nos conocimos, en enero de 2005 durante su campaña, ella habló con profunda pasión y todavía más profunda pericia de los desafíos que enfrenta su nación, desde modernizar las fuerzas armadas hasta modernizar el sistema de salud. Yo estaba muy ansiosa de, por fin, poder conversar con ella personalmente. Ser una mujer en la política puede ser un negocio duro, y Bachelet lo hizo ver como algo fácil. En nuestra reunión, yo aprendí por qué: y es porque Bachelet, de 56 años, habla y lidera desde el corazón. Ella ganó, por supuesto.

En Chile, Argentina, Liberia, Alemania y alrededor del mundo, las mujeres no solamente están marcando nuevos caminos, sino trayendo con ellas a otras también. En cada país, en cada continente -en lugares donde las mujeres se elevan a nuevas alturas y en lugares donde muchas permanecen como ciudadanas de segunda clase- mujeres y hombres pueden inspirarse en líderes como Bachelet, líderes con gracia y valor, líderes que nunca se dan por vencidos y nunca se rinden.

Cuéntenme a mí entre los inspirados.

(Texto original en inglés se puede ver en el sitio de la revista Time)


La lista de los 100 más influyentes está encabezada por el Dalai Lama y contiene, además, los nombres de líderes como el ruso Vladímir Putin; los precandidatos demócratas a la Presidencia estadounidense Barack Obama y Hillary Clinton y el republicano John McCain.

También están el líder chino, Hu Jintao, el presidente George W. Bush y el dirigente del Congreso Nacional Africano, Jacob Zuma, entre otros.

El líder indígena y del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, logró el 18 de diciembre de 2005 la mayor votación en la historia democrática, desde que Hernán Siles Zuazo llegara al poder.

El premio Nóbel de Economía, Joseph E. Stiglitz, fue el encargado de la presentación del presidente boliviano. La siguiente es la traducción de esa presentación:


Evo Morales
Por Joseph E. Stiglitz

Cuando el sindicalista Evo Morales fue elegido presidente de Bolivia, en 2005, fue la primera vez en la historia del país que los indígenas, que conforman alrededor del 60% de la población, tuvieron a uno de los suyos como presidente.

Rápidamente se alejó de las políticas neoliberales de sus predecesores para tratar de ayudar a su comunidad, que en su vasta mayoría vive por debajo de l línea de la pobreza.

En tiempos en que los precios de las materias primas están por las nubes, Morales, de 48 años, se ganó la ira de las compañías petroleras y la envidia de otros presidentes de la región al renegociar contratos de energía obsoletos para ingresar más dinero para los cofres de su país -una porción del cual lo invierte en el gasto social y de salud.

Ha resistido las tentaciones de su alto puesto, inclinándose por un estilo más discreto, que incluye aprecio por la comida simple -hombre de carne y papas, me llevó una vez a almorzar a un lugar de barbacoa- y un gusto por usar sus favoritos viejos suéteres.

Su gobierno ha sido incapaz de cumplir mucho de lo que se ha propuesto hacer. Los burócratas se han resistido y las elites odian su retórica populista y sus lazos con Hugo Chávez, el hombre fuerte de Venezuela. Pero Morales sigue siendo popular entre su gente.

Aunque continuará encontrando que es duro cumplir con sus promesas de campaña, su presencia en el palacio presidencial inspirará a los pueblos indígenas en toda América Latina.

(Texto original, en inglés, puede verse en este sitio de la revista Time)

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